Cap 3 : Almost Easy (parte 1)

-Helena-
Sonó el despertador. Eran las 8 de la mañana, aunque parecía que era más temprano. Llamé a mi tía para que me ayudase a levantarme. Eso me hacía sentir mal, hace ya un par de semanas desde que ocurrió el accidente,  yo seguía sin poder andar, ni siquiera mover las piernas. Cada vez que pensaba en eso me entristecía, todo esto que me había pasado ha influido en mi vida cotidiana. Tenía que pedir ayuda para casi todo, y eso no me gustaba nada, yo soy demasiado independiente y me gusta hacer las cosas a mi manera,pero por ahora tenía que dejarme ayudar por los demás.
-Buenos días, dormilona-me dijo mi tía al entrar a la habitación.
-Buenos días tía-le respondí- Siento hacerte esto,pero ojalá pudiese levantarme por mis propios medios, que asco de piernas!
-Venga cielo, no te agobies, sabes que te voy a ayudar en todo lo que haga falta, porque sé que esto es muy duro para ti, y es comprensible, por lo que necesitas que todo el mundo te apoye para seguir adelante.-me lanzó una sonrisa reconfortante.
-Eran las ocho y media, y yo ya estaba vestida, y ya había desayunado.Y ahora llegaba lo peor: el instituto.
Bueno, mi instituto lo típico. Como siempre, hay división de gente, por "categorías". Hay un poco de todo, la verdad, entre heavys, góticos y punkies, hasta los típicos populares. Pijas y tíos de equipos del instituto, pasando por los empollones y demás.
Yo sinceramente no era muy popular, bueno, concretamente era muy poco popular, me consideraban "heavy", "friki", "punky" y demás, pero a mi me importaba poco la opinión que tenían de mí los demás. En el instituto tengo muchos conocidos, pero pocos son los que son mis amigos de verdad. Bueno, yo solía irme en los recreos con los de "mi especie" (según las pijas, es que el cerebro no les da para más) y me lo pasaba genial con ellos. Ana, aunque fuese de mis mejores amigas, no coincidíamos en el recreo, ella y yo somos demasiado diferentes, por lo que en clase cada una nos vamos por nuestro lado. Ella tiene a sus amigas "pijas" y yo a mis "heavys".
Con esto de la silla de ruedas me esta resultando muy difícil ir a clase. Hay veces que no tengo ni ganas de ir por lo complicado que es estar allí, por lo que se lo cuento a Florencia, y bueno, ella es comprensiva, por lo que me deja quedarme en casa. Pero no siempre puedo faltar, por lo que tengo que ir.
Mi tía me ayudó a montarme en el coche, guardó la silla en el maletero, junto a mi mochila, i nos dirigimos a la cárcel...digo al instituto.

Llegamos a las nueve menos cinco, justo a tiempo. Mi tía me ayudo a montarme en la silla, y vi que Ana se acercó a mi:
-Buenos días Helen!- dijo sonriente.
-Te he dicho que no me gusta que me llames helen!- le respondí en tono burlón.
-Pues por eso te lo digo,já!-soltó una carcajada, y yo reí seguidamente con ella.
-Bueno niñas,aquí os dejo-mi tia me dio mi mochila- divertíos, y Ana, cuida de Helena, por favor.
-Claro Florencia, no te preocupes.
Mi tía me dio un beso y se montó en el coche. Seguidamente se fue.
-Bueno, vamos entrando.-dijo Ana y me llevo a clase.
-Puf, que asco esto de estar en esta jodida silla, espero que esto se acabe pronto.
-Ya verás que este sufrimiento acabará pronto.
-Ojala Ana, ojala.
Sonó el timbre y entramos a clase.

Cap 2: Victim of a crime. (parte 2)

-Helena-
Me desperté con un dolor de cabeza impresionante, no sabía dónde estaba ni qué había pasado. Vi que estaba acostada en una cama que no era la mía, mire a mi alrededor y vi que estaba en una habitación del hospital. No podía ni mover el cuerpo, me dolía todo,sobre todo la cabeza, me toqué la frente y noté que tenia un gran bulto.
-Me habré caído o algo...-pensé.
Intenté levantarme, por mucho que me doliese la espalda, pero no lo conseguí. Vi que no sentía las piernas, estaba asustadisima, intente moverlas pero no reaccionaban...Empecé a llorar a montones, no me podía creer que me había quedado paralitica, solo tenia 16 años... Le di golpes a la cama, no podía pasarme esto a mi...
No podía parar de llorar, estaba llena de rabia, no me merecía lo que me estaba pasando, intente levantarme de nuevo, no podía mover las piernas, y me dolía mucho cualquier movimiento que hacia,y acabe cayendo al suelo.
-¡No me puede estar pasando esto a mi!-grité llena de rabia, entre lágrimas.
De repente, vi como se abrió la puerta, y entró alguien: era mi tía.

-Florencia-
Oí un golpe que venía de la habitación de Helena, entré deprisa por si había pasado algo, y vi a Helena en el suelo sollozando.
-¡Helena!¿Que haces en el suelo? ¿Qué ha pasado?
-Tía...¡no puedo mover las piernas! ¡Soy una jodida paralítica! He intentado levantarme pero ha sido imposible. ¡Esto es horrible! Tía, llama al médico por favor, necesito saber si esto es temporal o voy a estar así para siempre...
-Voy a llamarle, enseguida vuelvo.
Salí de la habitación de Helena, pobre, esto no se lo merecía. Fui a administración para buscar al médico, y casualmente me lo encontré por el pasillo.
-Doctor!-le grite.
-Oh,buenos días...usted es familiar de Helena, no?
-Así es.
-Bueno, quería hablarle de los análisis recientes.
-Doctor...me ha preguntado si podrá volver a caminar...dígame, podrá?
-Bueno...la lesión es grave, pero hay esperanza. Haciendo ejercicios específicos, y con tiempo y esfuerzo, podrá volver a caminar.
-¡Oh doctor, qué bien! ¡Iré a darle la buena noticia!
-Espere! Puede que se recupere, pero también hay una posibilidad de que no lo haga. Además, le va a costar mucho recuperarse.
-Pero al menos hay esperanza! Imaginese que usted está en la misma situación que ella,y que su vida va a cambiar por completo. Cuando ella sepa que tiene posibilidades para recuperarse, estará más animada, tendrá fuerzas para seguir adelante.
-Es verdad, tiene usted razón. Bueno me tengo que ir.
-De acuerdo, hasta luego.
Me dirigí hacia la habitación de Helena, y entré para darle la buena noticia.
-Cariño, he hablado con el medico, y me ha dicho que es probable que vuelvas a caminar!
-Si? De verdad? Oh dios, no me lo creo! Que feliz estoy!
-Pero esto no será fácil. Tendrás que tener mucha paciencia, y esforzarte mucho para conseguirlo.
-Tía, lo que más quiero ahora es volver a caminar.
-Lo sé, cariño, lo sé.

Cap 2: Victim of a crime. (parte 1)

-Florencia-
Eran las diez menos cuarto, empecé a preocuparme porque Helena estaba tardando demasiado. Estuve dando vueltas por toda la casa, muy nerviosa por si había ocurrido algo. Intenté llamarla al móvil, pero no lo cojía.
Cada minuto que pasaba era más tenso, asique decidí salir a buscarla.
 Estaba lloviendo bastante, a veces se podía oír algún que otro trueno, cogí el paraguas negro y me dirigí hacia la calle. Cuando me estaba acercando a un paso de peatones vi a un grupo de gente en medio del paso; me acerqué a mirar que había pasado,de repente me entró un mal presentimiento. Llegué en el sitio donde había un coro de gente y vi que en el medio estaba Helena tumbada. Estaba herida, tenia sangre en la cara y en la cabeza, me acerqué a ella,me caían las lágrimas a montones, no me lo podía creer, era tan jóven, y le quedaba mucho por vivir, no podía fallecer ahora. Un muchacho que estaba al lado me dijo que ya había llamado a una ambulancia y que ya venían hacia aquí.
Yo estaba en shock, seguía sin creermelo, estaba muy asustada por lo que le podía haber pasado a Helena, mi hermano, su padre, desapareció sin más, y era la única familia que le quedaba.
La ambulancia llegó y recogieron a Helena del suelo y la pusieron en una camilla. Un enfermero me ayudó a levantarme, ya que no me reaccionaba el cuerpo del susto, y me ayudó a subir a la ambulancia. Nos dirigimos hacia el hospital.
Mientras en la ambulancia intentaban reanimar a Helena, yo estaba mirando muy asustada, no podía ni parpadear, empezó a temblarme el cuerpo de los nervios. El joven que me ayudó a subir me acercó una taza de té y una pastilla.
-Tome, esto le ayudará a calmarse, no se preocupe, la joven sigue viva- me entregó la taza, y la cogí junto con la pastilla. Estaba un poco mejor, al menos Helena seguía viva,pero eso no significaba que estuviese bien.
Llegamos al hospital y me baje de la ambulancia. Llevaron a Helena a la sala del quirófano, y me dijeron que me quedase en la sala de espera. Allí me senté en una silla y esperé. Esperé y esperé. Decidí llamar a Ana, ya que es la mejor amiga de Helena, y debería saber que ha pasado.Marqué el numero y le di al botón de llamar:
-¿Diga?
-Hola Ana, soy Florencia, la tía de Helena.
-Buenas noches Florencia! ¿Ha pasado algo? No es normal que usted me llame.
-Verás,Helena ha tenido un accidente, le han atropellado, estamos en el hospital, y el médico no me ha dicho nada todavía.
-¡Oh Dios mio! ¡Enseguida voy, en diez minutos estoy allí!
-Vale, muchas gracias.-Colgué.

-Ana-
Dios mio, Helena, un accidente, que habrá pasado? Me vestí lo mas rápido que pude y le dije a mi padre que me llevase al Hospital.
-Al Hospital??Que ha pasado-pregunto inquietado mi padre.
-Es Helena, ha tenido un accidente y todavía no saben si está fuera de peligro.
-Oh Dios, pobre chica, venga, metete rápido en el coche
-Voy-salí de la casa y corrí hacia el coche.

-Florencia-
A los diez minutos vi como se acercaba Ana hacia mi, me dio un abrazo y me preguntó si había noticias de Helena. Le dije que el medico no había salido del quirófano.
Nos sentamos en unas sillas y estuvimos esperando un buen rato, hasta que el médico salió del quirófano. Nos levantamos rápidamente y nos dirigimos hacia él. El medico traía cara de preocupación, lo que hizo asustarme mucho.
-¿Son ustedes familiares de Helena?
-Sí, yo soy su tía, y ella es su amiga-señale a Ana.
-¿Como está,doctor?-pregunto Ana inquieta.
-Veamos, segun las radiografías y los análisis, Helena Tiene las dos tibias rotas por el impacto, y varios hematomas por las costillas y en la frente, aunque eso no me preocupa; la ruptura de las tibias es muy peligroso, porque dañan parte de las venas que pasan por la pierna hasta llegar al tobillo, por lo que dudo mucho que pueda volver a caminar.Lo siento mucho.
Ana y yo no pudimos contener las lágrimas, no podia quedarse paralítica, era demasiado joven...